lunes, 9 de julio de 2012

¡Cuanta gente buena... Buena gente!

Hace unos días celebré mi cuadragésimo tercer cumpleaños. Era martes y, como casi todos los martes, estaba fuera de España, lejos de casa. Mucha gente se acordó de felicitarme pero, entre toda la gente, una estupenda mujer que, además de ser esposa, madre y ama de casa, es una excelente cocinera y mejor comunicadora si cabe; una gran anfitriona y mujer de una exquisita educación. Vamos, una prenda de tal categoría que su marido aún está pensando cómo habrá tenido él tanta suerte de encontrarla y ella de que tras encontrarla ella le quisiera... De 10. Esta mujer me felicitó por Facebook, como se hace ahora, dejando en el muro unas palabras amables. No nos vemos mucho pero yo sigo asiduamente un blog gourmet que ella actualiza frecuentemente, así que al recibir su felicitación y aproveché para pedirle un favor, quise que me dedicara un postre y ella, generosamente ha cumplido con ello. Aquel día me hizo feliz que se acordara de mi, hoy me ha hecho feliz que me haya dedicado el postre, porque en el fondo se trata de que se ha acordado de mi, ha pensado en lo que le pedí y en lo que más me podría gustar. Una buena persona, buena gente. Así que desde aquí, querida Beatriz, un beso fuerte, muchas gracias y sigue siendo tan buena gente.