Y la vida sigue...

Parecía imposible, absolutamente convencidos de la trascendencia del partido de España y de que ganábamos, casi obsesionados con el partidazo..., total 0-1. ¡Que decepción!
Lo de "la roja", las camisetas, las banderas en los balcones (que ahí siguen, en el mío también ondea la rojigualda), los anuncios de la tele, las conversaciones en el "face", el miércoles casi nos faltaba la respiración y, mira por donde, vamos y perdemos. Mucho tiro a puerta, algún larguero y posibles penaltis, pero perdimos, esa es la verdad.
Ahora, todas nuestras esperanzas están en el lunes, ¡bendito lunes!, que nos puede levantar la moral "ad infinitum" o matarnos, ya directamente, la última ilusión.
¿Qué fue la Eurocopa, un espejismo?
¿Qué hay de cierto en el lío que le están montando a Casillas y a la novia-comentarista deportiva?
La vida sigue, desde luego... y los parados siguen aumentando, la Presidencia Española no levanta cabeza... nos suben los impuestos, pero sólo nos preocupa qué pasa con "la roja".
¿Qué nos pasa con el fútbol? ¿Por qué nos gusta tanto? ¿No será que los seres humanos necesitamos "anestesias" para soportar la cruda realidad?. ¿Es un ejemplo más del "pan y toros"?

El miércoles, durante el partido estuve machacando cuerpo en el gimnasio, yo no fui la gafe, quede claro... el lunes veré el partido completo... ¡A ver qué pasa!