jueves, 14 de enero de 2010

Terremoto

Estoy impresionada. ¡Vaya desastre!. LLueve sobre mojado porque, este terremoto, cae justo en el país más pobre de toda América, en el más pobre, desolado y olvidado.

Ahora seremos todos solidarios, o al menos, eso espero pero se me ocurren varias cosas:
1. Ante tanta destrucción seguro que aparecen sinvergüenzas que pretenderán aprovecharse. ¿Cómo lograr que el dinero que enviamos llegue a los verdaderos necesitados y víctimas, al pueblo llano que estará sufriendo?
2. ¿Por qué no han comenzado a construirse ya campos de refugiados en la República Dominicana y en vez de eso sólo se habla de reforzar fronteras?
3. ¿Cómo conseguir que el Presidente de los EE.UU. envíe tres portaviones con fuerzas militares y técnicos para ayudar, así bveremos el lado solidario de una gran nación y de su Presidente?

Y, haciendo historia, pensando para atrás, se me antoja desgraciada la historia vivida por Haiti, de colonia francesa al desastre durante 150 años. Otras colonias francesas, ahora territorios franceses de ultramar, también en América y otros continentes, disfrutan de una situación privilegiada, si se comparna con Haiti; ¿por qué?, ¿será que la escolarización, la cultura y la formación son determinantes en el futuro de los países?. Será.

En fin que, cuando un terremoto de 7º Richter en Japón no pasa de una sacudida importante y, sin embargo, en Haití hunde al paìs en la miseria más negra, algo está pasando y algo estamos, todos nosotros, consintiendo que pase.

Por la parte que me corresponda pido disculpas, por no haber hablado antes de este tema, sólo al llegar el terremoto que ha sacudido Puerto Príncipe y algunas conciencias. A partir de ahora sólo apoyaré las ayudas a los países emergentes si se contempla ayuda directa a la escolarización y formación de los ciudadanos. Y sólo apoyaré económicamente a las ONGs que me aseguren que pondrán medios para eso y para emergencias sanitarias.

No soy una diputada que se ocupe de temas de política internacional pero, como parte de la Delegación, voya sentarme a hablar con todos mis colegas que llevan estos asuntos para que me orienten de cosas que podemos hacer y cómo están las cosas.

Y una cosa me inquieta, después de todo, porque no es que Haití sea de los países que nos envían productos agrarios a Europa, ¡pobrecitos, que más quisieran ellos!, pero ahora tiene más importancia que nunca la suficiencia alimentaria y el hambre, (lamentablemente, en estos países como Haití, ni si quiera saben lo que es el concepto de "seguridad alimentaria") pero me inquieta la idea de que las cosas se sigan haciendo mal y, en la reconstrucción se vuelvan a poner las tejas antes que los cimientos.

Así que, pido, desde aquí, que se envíen técnicos pagados por nosotros, para planificar las cosas bien y, entre las planificaciones, se piense en las tierras de cultivo para subsistencia. Que a los haitianos que han sobrevivido les den la caña y les enseñen a pescar.

LES ENSEÑEN, LES MUESTREN Y LES AYUDEN A PROSPERAR DESDE EL CONOCIMIENTO.

Pidiendo disculpas otra vez por la responsabilidad que a todos nos toca.


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